Millonarios contratos para el “maíz del bienestar”, mientras campesinos luchan por sobrevivir
Por: Alex Red
El maíz “símbolo de identidad nacional”, se convierte en terreno de disputa entre corporaciones favorecidas por el gobierno de Claudia Sheinbaum y campesinos que luchan por sobrevivir, donde caso de Minsa Comercial S.A. de C.V., empresa controlada por la familia de Altagracia Gómez Sierra, recibió un contrato por 346 millones de pesos mediante adjudicación directa.
La narrativa oficial de “Sin maíz no hay país”, revela que la soberanía alimentaria sigue siendo un eslogan político y muestra cómo el poder económico y político se entrelaza en detrimento de quienes producen el grano y hoy luchan por mejores condiciones de venta, contrario a los contratos millonarios de la presidenta del Consejo de Administración de Grupo Minsa y también asesora cercana a la mandataria nacional.
En 2025, el gobierno federal otorgó a Minsa un contrato por 346 millones de pesos sin licitación pública, mediante un acuerdo vigente de marzo a diciembre, que busca asegurar el suministro de harina de maíz para programas sociales y dependencias gubernamentales.
Este vínculo ha despertado críticas sobre conflictos de interés y la concentración de beneficios en manos de grandes corporaciones, mientras pequeños productores de diversos estados bloquean carreteras exigiendo precios justos por tonelada de maíz.
La protesta campesina expone la contradicción del discurso oficial de apoyo al campo contrasta con la desigual distribución de beneficios, mientras empresas como Minsa reciben contratos millonarios.
