Maullidos Urbanos


Gobernadores morenistas (1)
Cuando Morena era oposición –incluso desde antes, cuando sus militantes formaban parte del PRD–, desde entonces se criticaba al PAN y PRI de que sus gobernadores eran, además de pésimos administradores, unos mandatarios corruptos, razón por lo cual los integrantes del actual partido mayoritario han reiterado constantemente que ellos no son iguales a esos políticos, lo cual es cierto ya que en la realidad han demostrado ser mucho peores.
Para criticar a los priistas señalan los casos concretos de los exgobernadores de Veracruz y Chihuahua, Javier Duarte y César Duarte, respectivamente, quienes incluso han sido encarcelados por las investigaciones penales de que han sido objeto, pero no citan otros casos.
En cambio, otros exmandatarios del PRI y PAN además de “perdonados”, han sido premiados como embajadores como el hidalguense Omar Fayad en Noruega, el sinaloense Quirino Ordaz Coppel en España, el quintanarroense Carlos Joaquín González en Canadá, el campechano Carlos Aysa en Dominicana, la sonorense Claudia Pavlovich como cónsul de Barcelona, o senadores como el oaxaqueño Alejandro Murat y el chihuahuense Javier Corral.
Pero ahora resulta que varios exgobernadores morenistas han sido objeto de severas críticas por parte de quienes los sucedieron en el cargo, incluso varios se sabe que presentarán las correspondientes denuncias legales para ser investigadas y de comprobarse las “irregularidades” –por no calificarlos como actos de corrupción–, proceder legalmente.
Así sucede en Morelos donde la gobernadora Margarita González Saravia, dio a conocer las irregularidades de su antecesor, el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, sobre quien ya pesan seis denuncias penales y administrativas, más otra por presunto abuso sexual.
En el caso de Veracruz, con la anuencia de la actual mandataria Rocío Nahle García, el Órgano de Fiscalización Superior, encabezado por Delia González Cobos, ya abrió cerca de 300 expedientes contra la administración de Cuitláhuac García, mismos que podrían derivar en denuncias penales por presunto daño patrimonial por más de 200 millones de pesos.
Ahora resta esperar a ver cómo avanzan estas investigaciones a fin de proceder legalmente y que los acusados sean enjuiciados y, de ser encontrados responsables de esas irregularidades administrativas, entonces sean sentenciados a varios años de cárcel, para así demostrar que las autoridades morenistas sí sancionarán los actos de corrupción.
Pero no son los únicos casos de gobernadores morenistas, hay otros que se mantienen en el poder pero enfrentan casos de violencia. De eso se platicará mañana.