Maullidos Urbanos


Smartphones y rendimiento escolar
A nivel internacional existe una polémica: ¿resulta conveniente o no que a los menores se les prohíba el uso de los teléfonos inteligentes, los llamados smartphones, cuando acuden a sus clases? De acuerdo con la Unesco el número de países con políticas para limitar el uso de estos aparatos en las aulas se elevó de 60 en 2023 a 79 en 2025, es decir en cerca del 40% de los sistemas educativos en el mundo.
Resulta que en Países Bajos, nación integrada por doce provincias, entre ellas Holanda del Norte y Holanda del Sur, las más pobladas e influyentes por albergar a las ciudades más importantes como Ámsterdam, Róterdam y La Haya, desde enero de 2024 el uso de celulares, relojes inteligentes y tabletas está prohibido en sus aulas de educación básica, medida adoptada tras un acuerdo entre el Ministerio de Educación, las instituciones escolares y organizaciones de padres, con el propósito de reducir distracciones y mejorar la concentración durante las clases.
Sin embargo, en el acuerdo se establece que cada escuela podrá determinar la forma de cómo aplicar la restricción, además se incluyen excepciones para el uso de dispositivos solo con fines pedagógicos o por alumnos con necesidades especiales.
Más los resultados podrían calificarse de sorprendentes: gracias a esa prohibición, además de haberse elevado el aprendizaje de los estudiantes, también se fortaleció su interacción social dentro del entorno escolar.
Cuando en decenas de países se analizan medidas para regular los dispositivos móviles en escuelas, de acuerdo con el estudio elaborado por el Instituto Kohnstamm, mediante encuestas a 317 directores de escuelas secundarias y 313 primarias, y en doce grupos focales con docentes, asistentes educativos, estudiantes y padres, se concluyó que en la educación secundaria los alumnos subieron sus niveles de concentración 75%, mejoraron su rendimiento académico 28%, además, 59% de la comunidad escolar percibió un mejor clima social.
Aunque varios maestros admitieron que también aumentó su carga de trabajo y existen más casos de acoso físico o comportamientos disruptivos, el porcentaje de secundarias que considera problemático el uso no educativo de teléfonos bajó de 62% a 29%. Además, 51% de los planteles está conforme con esa decisión, mientras 33% solicita medidas aún más estrictas.
El estudio debería ser considerado en México, tanto por autoridades escolares como por analistas e investigadores educativos, para intentar aplicar estas experiencias en nuestros planteles y definir si se prohíbe o limita el uso de dispositivos entre el alumnado.