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Reto para el INE: elección judicial
Cuando una persona lleva su automóvil al taller mecánico para que además del servicio periódico –afinación, cambio de aceite, revisión de balatas, entre otros ajustes–, se pide que además rotación de llantas, cambio de focos fundidos, freno de mano, en fin, un trabajo a fondo y de calidad. Pero al conocer el presupuesto, se le responde al mecánico que es muy elevado.
Ante ello, el mecánico le aclara que el vehículo no podrá funcionar eficientemente, es más debido al recorte de presupuesto, deberá adquirir refacciones de menor calidad que las habituales, es más no podrá garantizar que el servicio efectuado resulte totalmente confiable y podrían registrarse fallas que, de ninguna manera, serían imputables a él y a su trabajo.
Y tal como lo advirtió el mecánico, al poco tiempo de funcionar el automóvil ya registra fallas, además de consumir más gasolina de lo habitual, los frenos rechinan, el motor se sobrecalentaba. En fin, condiciones totalmente negativas, un servicio totalmente fallido.
Ante ello el dueño del coche, en lugar de reconocer que por no haber cubierto el presupuesto solicitado se presentaban las fallas, además de culpar al mecánico de haber hecho un pésimo trabajo, además lo difundió con vecinos otros clientes y hasta en redes sociales.
Por supuesto esta situación será injusta para el mecánico, pero se puede anticipar que eso sucederá con el Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar las elecciones judiciales del próximo año, cuando solicitó un presupuesto superior a los trece mil millones de pesos, pero solo le autorizarán seis mil 132 millones de pesos, poco menos de lo programado originalmente.
En la Reunión Nacional para la Organización del Proceso Electoral Extraordinario del Poder Judicial de la Federación, y ante los vocales de las 32 Juntas Locales Ejecutivas del INE, la consejera presidenta del instituto, Guadalupe Taddei, expresó su confianza en que se tendrá “la serenidad para enfrentar este reto que hoy se nos coloca, la prudencia para hacer nuestro trabajo sin estridencias, pero sí con mucha contundencia en el tema operativo y técnico”.
Pese a las “buenas intenciones” de Taddei es fácil anticipar que las elecciones judiciales no serán exitosas y, como en el ejemplo del mecánico, tanto las autoridades federales como Morena y sus militantes no van a quedar conformes con los resultados.
Por ello se puede prever por los previsibles malos resultados sirvan de pretexto para decidirse a sustituir al INE con otro organismo ya no autónomo –para sumarse a los que ya se decretó su desaparición–, y el nuevo quede como un simple apéndice del gobierno federal, tal como sucedía en el siglo pasado.